jueves, 28 de enero de 2010

La Construcción de Estufas al Aire Libre




La
Construcción de Estufas al Aire Libre

Su ubicación y
posición; la importancia del buen diseño;
cómo mezclar y usar el mortero; cómo tender los
ladrillos, etc.

Si desea usted
poseer una estufa al aire libre pero no ha hecho nada en cuanto a esto,
ya sea a causa del elevado costo al encargar su construcción
o porque cree usted que resulta demasiado difícil para
intentarla uno mismo, verá que la tarea es más
sencilla de lo que parece, si se guía usted por
instrucciones correctas, como las que contiene este artículo.

Tipo de Estufa: Quizás prefiera
usted un fogón del tipo más sencillo como el que
se ve en la fig. 2, que es bajo y consiste de ladrillos tendidos sin
mortero. Este tipo de fogón resulta bueno si se usa
sólo en ocasiones. En la estructura más
permanente que se ve en la fig. 3, una losa de concreto sirve de base y
soporta a las tres paredes ya la chimenea de la estufa. Las parrillas
pueden formarse mediante la inserción de barras de hierro en
la mampostería, pero es posible lograr una mayor eficiencia
para cocinar si se emplea un fogón de acero y cenicero,
alrededor del cual se construye la estufa, como en la fig. 4.
Además, hay también estufas de
construcción más compleja. En la fig. 5 se ve una
combinación de parrilla para cocinar y horno
holandés con hogar abierto, que provee calor en las noches
frescas. Puede incluirse un espacio para almacenar el combustible y los
utensilios de cocina. También podrá usted
incorporar un quemador o un incinerador de basura, oculto del frente de
la estufa y que opera independientemente.

Factores Importantes Sobre la Ubicación:
Después de decidir qué tipo de estufa desea
usted, determine su ubicación. Seleccione un .lugar seco,
con buen drenaje, donde el agua no se acumule y la helada haga el menor
daño posible a las unidades que no posean paredes de
cimiento muy profundas. La dirección del viento prevalente
puede hacer de su estufa un motivo de placer o de
tribulación. El hornillo debe enfrentar al viento
prevalente, fig. 1, para sacar máximo provecho del tiro y
que el humo sea alejado de los comensales por el viento.
También, para evitar la obstaculización del tiro,
la estufa no debe ser colocada bajo un árbol, fig. 6, o tras
de una pared alta. Otras consideraciones importantes cuando se
selecciona su ubicación, son las de estética y
utilidad. La estufa debe hermosear su traspatio o jardín, y
no ser demasiado grande en proporción a las dimensiones del
terreno. Tampoco debe interrumpir la línea de
visión desde las ventanas de la casa, ni estar cerca de una
puerta de entrada. Y, lo que es igualmente importante, no la ubique
donde el viento tienda a impulsar el humo hacia la casa. La apariencia
de la estufa también puede mejorarse mediante el uso de un
tipo y color de ladrillo o piedra que armonice con el estilo de la casa.





Cimientos
Firmes:
La estufa debe poseer una base adecuada para impedir
que pierda su nivel horizontal en tierra blanda o que sea
dañada por las heladas. Donde estas últimas no
son fuertes, bastará con una losa de concreto de 6" u 8" de
espesor, reforzada con varillas de hierro y tubos, fig. 7. La cara
superior de la losa debe extenderse un par de pulgadas sobre el nivel
del piso, para que no se acumule agua en el cenicero. Por la misma
razón, el piso del cenicero debe tener una pendiente para su
desagüe. Si el suelo no ofrece un buen drenaje, se
colará la losa .sobre una capa de piedra triturada o ceniza,
de 8" de espesor, que haya sido bien apisonada previamente.

En las regiones de clima frío, puede construirse una
estructura pequeña y de peso ligero sobre un cimiento de
losa, como se ha descrito en. el párrafo anterior, pero una
estructura pesada requiere una pared de cimiento de concreto que se
extienda a mayor profundidad que el nivel de heladas, y con un pedestal
como en la fig. 8. Para los cimientos de concreto en tierra arenosa o
suelta, se usará una forma doble como en la fig. 9. Para no
tener que comprar madera al preparar las formas, podrá usted
alquilarlas o solicitarlas en préstamo, ya hechas, de un
contratista constructor. Tratándose de trabajos grandes, con
frecuencia resulta conveniente hacer que un contratista.
efectúe el colado del concreto. Es posible colar el pedestal
y la pared al mismo tiempo, clavando para ello tiras de madera de 1" a
los bordes inferiores de las formas y reforzándolas con
estacas, fig. 9. En tierra pesada, como del tipo arcilloso, la tierra
misma a menudo servirá como un lado de la forma, fig. 10, o
es posible que se pueda prescindir por completo de las formas de
madera, fig. 11. Es mejor colar a un mismo tiempo todo el concreto para
el cimiento. Después de quitar las formas, puede colarse la
losa de la estufa. Las paredes de cimiento de concreto consisten de
ingredientes en las proporciones que se dan en la tabla de la fig. 12.
Para determinar con rapidez la cantidad de ingredientes que
necesitará usted para su estufa, calcule su volumen en
metros cúbicos. Si, por ejemplo, el volumen es de 1.52 M3, o
el doble de .76 M3 (sobre los cuales se han basado las cantidades de la
fig. 12), necesitará usted el doble de cada ingrediente. Si
usted necesita solamente .25 M3, necesitará sólo
una tercera parte de las cantidades que se suministran en la tabla. Se
agrega solamente el agua suficiente para formar una papilla, pero no
demasiado fluida. Primero se mezclan bien los ingredientes en estado
seco, sobre una plataforma nivelada o en una caja de poca profundidad.
Cuando se mezclan, la pila se impulsa hacia fuera con la pala para
formar así un cráter, en cuyo interior se vierte
el agua, fig. 14. Luego, el material se empuja gradualmente hacia
adentro, desde los bordes, hasta mezclarlo con el agua.






Factores para un Buen
Diseño:
Las estufas para aire libre, con
frecuencia se hacen demasiado grandes y pesadas, aun cuando las
más pequeñas resultan menos costosas y
más fáciles de construir. Para mejor
conveniencia, la superficie de una parrilla no debe ser menor de 23
cms2. Los fabricantes de accesorios para estufas tienen en venta
parrillas de hierro colado en varias medidas. Estas, o las parrillas de manufactura casera que se ven en la fig. 17, pueden conservarse en su sitio mediante pasadores o barras empotradas en el mortero. Deben
conocerse las dimensiones de las parrillas a adquirirse antes de iniciar la construcción, para determinar así las dimensiones del fogón. Puede instalarse una parrilla
integral en la mampostería, como en la fig. 18, consistente de varillas de hierro o trozos de tubo. Las varillas deben penetrar 2"
ó 3" en la pared, y el espacio entre unas y otras no excederá de 1 1/4". Cuide de hacer la superficie de la
parrilla perfectamente horizontal, y el valor de esto se apreciará cuando se ponga en uso la estufa. No permita que los extremos de las varillas se proyecten firmemente contra cualquier parte de la mampostería; más bien, provea un pequeño espacio libre para compensar la dilatación del metal al calentarse. En algunos casos donde
no se observó esta precaución, las estufas fueron destruidas por el metal expandido.







Cuando se enciende el fuego, se obtienen resultados mejores si el combustible descansa sobre una rejilla a través de la cual se filtra aire hasta el fuego.
Este tipo de rejilla inferior se coloca sobre el cenicero y es más pesada que la parrilla superior sobre la cual se efectúan los cocidos. Para una mayor eficiencia, la
distancia entre la parrilla y la rejilla no debe exceder de 8". Otras dimensiones que se recomiendan para el funcionamiento eficiente de los fogones, se dan en la fig. 13. Hay también una relación definida en los tamaños del fogón y del humero. La amplitud horizontal del humero no debe ser menor que un octavo de la amplitud vertical del
fogón, fig. 19. Muchos constructores de estufas para el aire libre usan fogones pre-fabricados, como se muestra en las figuras 15 y 16.

La repisa en el humero es un factor importante que impedirá el descenso del aire frío por la chimenea y su interferencia con la columna ascendente de humo. Esta repisa desvía la
corriente descendente de aire frío hacia la columna ascendente de aire caliente y humo, con la cual se mezcla y sube nuevamente por la chimenea, como en la fig. 20. La anchura de la repisa del humero equivale aproximadamente a la del humero. La cámara de humo describe una pendiente de aproximadamente 30" frente a la repisa del humero, siendo ésta sostenida por ladrillos tendidos en ángulo desde la pared trasera de la estufa. El espacio desde el dintel hasta la repisa del humero no debe ser menor de 6", y la abertura o "garganta" ubicada justamente frente a la repisa. no debe ser menor que la abertura del fogón. Aun cuando un revestimiento de ladrillos refractarios en el fogón no es esencial, resulta conveniente para las estufas que se someten con frecuencia a intenso calor por períodos prolongados, especialmente cuando el ladrillo o piedra que se usa es poroso como la piedra de arenisca, que absorbe fácilmente el agua y se resquebraja cuando es sometida a altas temperaturas.

Ladrillos y Piedras: Igual que para determinar la cantidad de concreto que se necesita, es fácil calcular el número de ladrillos requeridos, fig. 22. Las paredes de la estufa no deben tener un espesor menor de 8". Los ladrillos corrientes miden 8" de largo, 3 3/4" de anchura, y 2 1/4" de espesor. Los ladrillos refractarios corrientes miden 9" de largo, 4 1/2" de anchura, y 2 1/2" de espesor. Un fuerte mortero consiste de una parte de cemento Portland y tres partes de arena. Si se desea un mortero más "blando," substituya con cal hidratada del 10% al 15% del cemento Portland de la mezcla arriba citada. Se usa aproximadamente 1/3 M3 de mortero por cada metro cúbico de ladrillos con
juntas de 1/2". Los ladrillos refractarios se tienden en arcilla refractaria. Para iniciar el tendido de los ladrillos, forme la hilera inferior íntegra de ladrillos en su sitio, como se ve en la fig. 23, dejando un espacio de alrededor de 1/2" entre cada ladrillo. Generalmente, el espacio puede aumentarse o reducirse uniformemente de manera que la hilera de ladrillos quepa exactamente de una esquina a la otra sobre la losa. De lo contrario, se coloca medio ladrillo entre los últimos dos ladrillos, o se tiende el último ladrillo perpendicularmente a los restantes, comenzando de esta manera la hilera en el lado adyacente. Marque cuidadosamente sobre el cimiento la posición de cada junta. Quite luego los ladrillos y aplique mortero de manera que, cuando los ladrillos se opriman
firmemente hacia abajo, queden a una altura de aproximadamente 1/2" sobre la losa. Los ladrillos que se han de tender, deben conservarse bien saturados de agua, para que la humedad no sea absorbida del mortero. Si usa usted un cordel para nivelar, se asegurará
de que los ladrillos queden colocados en línea recta. Para esto, tienda tensamente dicho cordel entre dos clavos introducidos entre ladrillos, fig. 24.



Los
ladrillos deben conservarse en la vertical, lo cual puede comprobarse
por medio de un nivel. Los ladrillos interiores de una pared de 8" se
colocan en tresbolillo con los ladrillos exteriores, igual que como se
hace con los de hileras sucesivas. Puede usted hacer uso de la
unión "común" consistente de cinco hileras
tendidas de largo y una sexta hilera tendida transversalmente, para
ligar entre sí las hileras interior y exterior, fig. 25.
Después de colocar el mortero, apriete hacia abajo el
ladrillo y también contra el mortero al extremo del
último ladrillo tendido.

Simultáneamente con estos dos movimientos se hará
un tercero, forzando el ladrillo hacia afuera para alinear su borde
superior con la cuerda, pero sin tocarla. Este movimiento
expulsará una cantidad de mortero de la cara del ladrillo,
como en la fig. 21. Para quitar este excedente de mortero se emplea la
cuchara de a1bañil, con la cual se depositará
dicho mortero al extremo del ladrillo recién tendido..
Después de tender una hilera, la junta de mortero se socava
hasta darle forma cóncava, con la ayuda de una varilla de
metal o una herramienta socavadora. Este tipo de junta, que se ve en 1a
fig. 25, resulta más conve-

niente para las paredes de ladrillos qué se exponen a la
intemperie.

Cuando trabaje con ladrillos, recuerde usted que su forma es ligeramente de cuña. La parte de arriba es más
ancha que la de abajo, que tiene una depresión o está marcada con su nombre de fábrica, y un lado
del ladrillo común está en escuadra, pero la cara opuesta ofrece un ligero bisel Los ladrillos se tienden de manera que
la cara con la depresión o marca de fábrica se encuentre hacia abajo y el lado en escuadra al exterior de la pared. A
la primera hilera de ladrillos o piedras sobre el dintel del hogar se les da un soporte adecuado, por medio de un hierro ángulo de
1/4" x 3" x 3", como en la fig. 26. Cuando se usa piedra para la
estufa, manténgala mojada cuando la tienda en el mortero, de igual manera que como se hace con el ladrillo; La piedra caliza, que es relativamente blanda, resulta un material de preferencia, pero la
piedra más dura y compacta durará más
tiempo a la intemperie y cuando se somete al intenso calor del fuego.
Seleccione sólo trozos de piedra que sean macizos y no
tengan grietas. Una pared de piedra, igual que una de ladrillos, deberá tener ligaduras aquí y allá para conservar unidas las hileras. Las piedras pueden rebajarse a la forma y medida necesarias si para esta operación se emplea un cortafrío y un martillo.






Otras Conveniencias: Con
frecuencia es mejor colocar una plancha sobre la parrilla, para evitar que los utensilios de cocina se cubran de hollín y evitar también que penetre ceniza en el alimento. Dicha plancha deberá tener un espesor de 1/4". Puede estar suelta o
abisagrarse para plegarla contra la chimenea. Los cocimientos pueden
prepararse en una olla de hierro suspendida de una percha, fig. 27, y otra conveniencia es también la sartén plana para freír, fig. 28. Para asar chuletas, resultan ideales dos
asadores de construcción similar al que se ilustra en la fig. 29, los cuales pueden comprarse ya hechos o improvisarse. Los dos asadores para chuletas se suspenden en posición vertical sobre el hogar, desde dos varillas de hierro de 1/2" cuyos extremos se
colocan horizontalmente sobre las paredes laterales del mismo, tal como
se muestra.

En la fig. 31 se ven tres métodos para instalar un horno holandés. Para evitar la posibilidad de que escapen cenizas
candentes con el consiguiente riesgo de incendio, instale al tope de la chimenea un cesto de malla de alambre como el que aparece en la fig. 30. Es una buena idea el proveer espacio para el combustible, para
conservarlo seco y siempre listo para usar. Este espacio puede lograrse
mediante la incorporación de un compartimiento para combustible en la estufa, al diseñar ésta. La vajilla y los otros utensilios de cocina pueden conservarse dentro del mismo horno holandés; sin embargo, puede proveerse un espacio adicional para almacenamiento de estos enseres, si
así se desea. Resulta de más advertir que es de capital importancia observar la limpieza más absoluta después de usarse el horno, ya que los residuos de alimentos
atraen a los insectos y animales roedores.





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