Desde hace algún tiempo muchos automóviles vienen equipados con portavasos, para la comodidad del conductor y el pasajero delantero del vehículo. Por lo tanto, es natural que un conductor salga de casa con un vaso térmico con café y leche para irlo saboreando mientras se dirige al trabajo. Enciende la reproductora de cassette y se deleita con su pieza musical favorita. Se detiene en la luz de tránsito y las vibraciones de la marcha mínima hacen que se derrame el café en el interior del vehículo.
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